Como profesor, reconozco que el uso de un libro de texto puede facilitarnos el día a día en el aula (planificación, recursos a utilizar, estructura del contenido)…Sin embargo,y en contraposición a estas ventajas, seguir un libro de texto nos puede llegar a coartar la forma con la que interactuamos con nuestros alumnos, en su estimulación, y por tanto, en su proceso de aprendizaje.
1. Fase de diseño:
PROGRAMACIÓN
En la medida en la que sepamos seleccionar aquellos recursos que aglutinen todos los conocimientos que queremos que adquieran nuestros alumnos, el proceso de creación de apuntes colaborativos será mucho más efectivo. Es cierto que no siempre disponemos de los mejores recursos en la red (sobre todo lo que se refiere a los vídeos de YouTube), bien porque no se adaptan al curriculum en su totalidad, bien porque utilizan un vocabulario poco adaptado al nivel de nuestros alumnos. Por ese motivo, herramientas como SCREENCASTIFY que se integra con Google Drive, nos puede ayudar a realizar grabaciones cortas y concisas con nuestras explicaciones, para que así les ayuden en su proceso de síntesis y comprensión en el documento colaborativo.
Para que podáis visualizar todo lo que estamos comentando, os dejamos un EJEMPLO DE ESTRUCTURA DE UNOS APUNTES COLABORATIVOS y así podáis entender mejor todo lo que estamos hablando.
2. Fase de ejecución:
CURACIÓN DE CONTENIDOS POR PARTE DE ALUMNOS
Hay aspectos que deben cuidarse dentro del trabajo de grupo: ortografía, la sintaxis, el modo en el que se expresa cada idea…Es por ello que el grupo deberá generar estrategias para llevar a cabo esta tarea, establecer su propio «régimen interno operativo». Como siempre, y sobre todo al principio, este debe ser un aspecto en el que el docente también deberá guiarles.
CURACIÓN DE CONTENIDOS POR PARTE DEL PROFESOR
Al margen de la curación que hace el propio grupo, la curación de contenidos por parte del profesor debe ser algo complementario a la labor de los propios alumnos. La utilización de los comentarios dentro del documento de texto de Google es un instrumento perfecto para poder llevar a cabo esta tarea. En esos comentarios puede haber correcciones, avisos, referencias a determinados recursos…La idea es todos ellos sirvan de apoyo a los alumnos para que terminen de ajustar la información que han creado en el documento.
EVALUACIÓN FINAL
Una vez finalizado, llega el proceso de evaluación final: una rúbrica que adjuntemos al inicio del documento puede servir a los alumnos para qué conozcan a priori, cómo se va a evaluar la actividad. Se podrán tener en cuenta la expresión escrita, los recursos que hayan generado, el orden en la expresión de las ideas, las estrategias marcadas, e incluso la co-evaluacion o evaluación hecha por el resto de compañeros (se puede generar un formulario de google para que voten qué epígrafes les resulta más sencillos de aprender y cuáles les han resultado menos claros).
Asimismo, una actividad final que resulta muy interesante, es que los alumnos creen su propia batería de preguntas de autocorrección. Esta labor se podría hacer a partir de un formulario de recogida de preguntas y luego utilizar el complemento Princippia Form Library Creator para generar las colecciones de preguntas para nuestros alumnos. Obviamente, este último paso deberá realizarla el profesor habiendo hecho previamente una curación de las preguntas y respuestas elaboradas por los alumnos.
En definitiva, con este tipo de actividades conseguiremos una mayor implicación por parte del alumnado, y en consecuencia, un mayor compromiso en su proceso de aprendizaje. ¿Te atreves a ponerlo en práctica con tus alumnos?