Hace unas semanas, tuve que buscar alguna herramienta para llevar a cabo una videoconferencia online que ofreciese la posibilidad de contar con un número amplio de participantes. Pude encontrar alguna lista más o menos actualizada pero, en muchas de ellas, o bien se incluían las características de la versión de pago, o bien no se reflejaban todos los detalles que yo deseaba saber.
Si pensamos en el uso educativo de la videoconferencia online, sin duda una de las primeras opciones que viene a nuestra mente es la conexión directa con alumnos que no pueden estar presentes en el aula o incluso, llevándolo un poco más allá, podemos pensar en la típica, pero muy interesante, conexión entre centros de diferentes países para hacer una especie de intercambio online lingüístico y cultural que, con mucha suerte, podría acabar en un viaje fin de curso.
En todo caso, las posibilidades van mucho más allá:
- Podemos usarlas para dar tutorías online, tanto para alumnos como para familias que no puedan ir hasta el colegio.
- Los alumnos pueden hacer trabajos en grupo sin tener que ir a casa de sus compañeros, algo que a veces no es posible.
- Si tenemos un estudiante enfermo o con circunstancias que le impidan estar presente en el aula, podría seguir la clase desde otro lugar.
- Podemos grabar una clase o usar la reunión como grabador de pantalla.
- Los alumnos pueden grabarse, solos, en parejas o en grupo, y podemos hacer una revisión posterior de la grabación.
Todas estas ideas, sumadas a muchas otras que probablemente vosotros ya tendréis en mente ahora mismo, implican salvar diferentes obstáculos o limitaciones que solemos encontrar en este tipo de herramientas gratuitas: poder compartir pantalla, poder subir archivos, poder tener a muchas personas conectadas a la vez, poder variar la duración de la reunión, poder grabar la sesión y, sobre todo, promover el uso de herramientas muy sencillas en su acceso y, a poder ser, sin requerir conocimientos digitales. Creo que, en general, “no gusta” demasiado tener que bajarse programas al ordenador, si puede hacerse online, mejor que mejor.
Tomando en consideración todos esos aspectos, empecé a comparar herramientas y tengo que decir que en algunas de ellas, muy conocidas, los requisitos que pedían ya me echaron para atrás.
En el caso del archiconocido Zoom, es verdad que tiene mucho éxito a nivel educativo, por algo será, sin duda. Personalmente, las pocas veces que lo he probado no me ha parecido excesivamente sencillo en su uso, exige registro y descarga. Además, si va a haber más de tres participantes, hasta cien en la versión gratuita, la reunión tendrá un máximo de cuarenta minutos de duración. Permite grabar las sesiones. Si tanta gente la utiliza, valdrá la pena echarle un ojo.
Skype, lo tengo en mi ordenador, lo uso, pero para conversaciones entre dos personas, principalmente. Necesita descarga, registro y tiene un máximo de cincuenta participantes en la versión gratuita. No profundizaré más en ella pues creo que es bastante conocida.
Un gran descubrimiento ha sido FreeConferenceCall. Una herramienta que, en su versión gratuita, permite insertar calendario, incluir hasta mil participantes, reuniones de hasta seis horas que se pueden grabar, compartir archivos y pantalla. Además, el anfitrión se registrará, gratuitamente por supuesto, pero los participantes no tendrán que hacerlo. Podrán entrar en la sala a través de un enlace. Salvo si lo hacen desde el móvil, entonces sí deberán bajarse una app.