Nadamos y buceamos en un magnífico ecosistema digital, formado por una variada combinación de seres más o menos desarrollados digitalmente donde debemos competir por adaptarnos al medio o sucumbir a los tsunamis de infoxicación que diariamente tenemos que abordar. Como en cualquier ecosistema nos encontramos con una serie de elementos:
- Medio digital formado por la información que nos llega desde los medios de comunicación y las redes sociales.
- Seres digitales que viven y se desarrollan en ese ecosistema.
- Las relaciones que se establecen entre los seres digitales y la interacción de esos seres con el medio.
En este fantástico mundo debemos desarrollar nuestra competencia digital para no morir aplastados o reducidos al rincón de los analógicos. No sé lo que sería peor, cualquiera de los dos escenarios sería desolador, ser enterrados en cantidades ingentes de datos o perdidos en la más absoluta ignorancia tecnológica.
Desde edades tempranas tenemos que aprender a desarrollar nuestra competencia digital y utilizarla en nuestro provecho, ya sea desde el punto de vista de la educación, lo cual sería muy provechoso tanto para nosotros como para nuestros alumnos o desde el punto de vista personal para abordar tareas básicas de comunicación y gestión. El poder manipular con soltura los dispositivos móviles para sacarle el máximo partido debe ser prioritario en el avance digital.
El homo digitalis debe establecer estrategias y rutinas de trabajo que le proporcionen un estatus propio e individualizado en el cual pueda abordar con autonomía las cinco áreas de la competencia digital:
- Búsqueda de información
- Selección de contenidos, curación (Aquí encontrarás un post sobre la curación de contenidos en educación)
- Creación de materiales
- Seguridad
- Resolución de problemas