La videollamada como recurso educativo… ¿Por dónde empezar?

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Si hace un par de semanas valorábamos las ventajas del uso de la videollamada como recurso educativo, hoy nos disponemos a dar nuestro primer paso adelante. ¿Por dónde empezamos? ¿Te atreves?

¿Qué aplicaciones podemos usar?

Por suerte el ámbito de las videollamadas ofrece innumerables soluciones de diferente índole y alcance. En sus comienzos Skype tomó las riendas de esta herramienta de comunicación y hoy en día sigue siendo líder, especialmente tras su reciente adquisición por Microsoft. Aun así existen muchas otras alternativas como Hangout de Google, Join.me, … Consulta comparativas y selecciona la que mejor se ajusta a tus necesidades. Aquí te paso algunas:

¿Cuál escogemos?

Lo ideal sería escoger la aplicación más versátil y que mejor se adapte al uso que deseamos. Aunque a veces es necesario alternar entre varias. Para ayudarte a decidir te listamos algunas características a valorar:

  • Accesibilidad: Recuerda que debe estar al alcance de cualquiera.
  • Multidispositivo: Ten en cuenta las ventajas que conlleva una herramienta que pueda ser usada en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.
  • Trabajo colaborativo: Es altamente beneficioso poder compartir escritorio o presentaciones. Así la comunicación se enriquece y de esta forma los participantes podrán compartir y aprender conjuntamente.
  • Nº de participantes: A veces es interesante poder realizar reuniones o encuentros online grupales. Valora este requisito. (Actualmente Skype permite 25 participantes simultáneos y Hangout On Air te deja hacer una retransmisión en directo, sin límite de espectadores)

¿Qué tipos de interacciones podemos realizar?

Al principio hablábamos de videollamadas y mencionamos otros tipos de variantes, y es que este tipo de herramientas pueden ser usadas con diferentes niveles de participación. Aquí te mencionamos las más habituales:

  • Clase – clase: Se trata de una videollamada a dos.Normalmente se proyecta la imagen en pantalla, se activan altavoces y cada clase nombra a un portavoz que tiene acceso al micrófono (este puede ir cambiando)
  • Clase – Invitado: Se puede hacer de dos maneras. Como en el caso anterior, una llamada a dos, en una parte la clase y en otra el invitado o ponente. O bien, realizando una videoconferencia mediante la cual cada estudiante se conecta a la sesión. En esta ocasión no tendrían que estar físicamente en el aula.
  • Grupo clase: Normalmente solemos llamarla reunión online o videomeeting. Se trata de una videollamada grupal pensada para trabajar en equipo. En estos casos resulta muy apropiado emplear una aplicación que permita compartir escritorio o documentos.
  • Grupo clase – grupo clase: Sería una variante del caso anterior y suele emplearse en proyectos colaborativos. Mediante este tipo de reuniones los estudiantes pueden trabajar primero con su equipo y luego discutir e intercambiar impresiones con otro equipo.
  • Estudiante – Estudiante: Quizás el caso más habitual. Se trata de una videollamada sencilla entre dos partes, perfecta para el aprendizaje por parejas.

Bueno, ya conocimos las ventajas de este singular recurso educativo y hoy hemos visto cómo ponernos manos a la obra. Finalmente, en el próximo post, daremos por concluida esta serie con ejemplos de uso que seguro inspirarán tus clases. Esperamos tus propuestas, ¿nos cuentas tus casos de éxito?

Fuente: http://ojulearning.es/2016/05/la-videollamada-recurso-educativo-donde-empezar/