En muchos países, la era digital ha abierto un nuevo espacio de aprendizaje al que puede acceder cualquier persona en cualquier momento y desde cualquier lugar. Sin embargo, no todas las regiones del mundo disponen de conectividad universal: al menos la mitad de la población mundial aún carece de acceso a Internet y de los enormes beneficios que la red nos brinda 1 . Los líderes de los países deben trabajar colectivamente para eliminar esta brecha digital y deben hacerlo no solo ofreciendo acceso a la tecnología, sino más bien usando y dominando sus diferentes dimensiones. ¿Están aplicando las personas las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para crear o para consumir contenido? ¿Pueden programar o pueden ser programados por computadoras? ¿Usan las redes sociales de forma que les ayuden a detectar la desinformación y a convertirse en ciudadanos digitales? Estas son algunas preguntas sustanciales que pueden ayudar a determinar si las personas serán meras observadoras o protagonistas de la Cuarta Revolución Industrial. La tecnología ofrece muchos beneficios, pero también expone a las personas a amenazas y dilemas éticos.
La adopción generalizada de las TIC, junto con la globalización, ha llevado a la aparición de nuevos problemas que deben abordarse, incluyendo la adicción a la tecnología, las violaciones de la privacidad y la necesidad de ajustar los modelos de negocio en respuesta a las disrupciones de la industria y la automatización. Mario Abdo Presidente de Paraguay Todos los países deberían repensar su sistema educativo a la luz de los riesgos y las oportunidades de las TIC. Las niñas y los niños están ansiosos por explorar y descubrir nuevas culturas y ahora pueden acceder fácilmente a vastos repositorios de contenido o conectarse con expertos para perseguir sus pasiones. Los estudiantes pueden beneficiarse de entornos de aprendizaje personalizados que incorporan inteligencia artificial, gamificación, big data y realidad virtual. Con software adaptativo, los educadores pueden comprender cómo se desempeña cada estudiante y evaluar su progreso en tiempo real mientras les proporcionan recursos personalizados. Con la introducción de la tecnología, las escuelas necesitan adaptaciones transversales en todo el sistema.
Los maestros tienen que pasar de ser instructores a convertirse en mediadores en el aula. En algunos lugares, la adicción de los estudiantes a la tecnología se correlaciona con el aumento de la ansiedad y la depresión. Los padres también están aprendiendo cómo monitorear y participar en la vida digital de sus hijos. Los administradores escolares y los ministerios de educación están redefiniendo los roles de los entornos de educación formal frente a los entornos de educación informal, debido al cambio en el paradigma de aprendizaje que debe producirse para preparar a los estudiantes para el futuro.